20 de junio: Día Mundial del Refugiado, una llamada a la solidaridad

Cada año, el 20 de junio, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Refugiado, una jornada internacional designada por las Naciones Unidas para honrar el coraje, la resiliencia y la fortaleza de quienes se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de guerras, persecuciones o desastres.

En Canadá, un país que ha abierto sus puertas a miles de personas refugiadas, este día es especialmente significativo. No solo porque nos recuerda nuestra responsabilidad humanitaria, sino también porque nos da la oportunidad de escuchar, aprender y actuar en favor de quienes buscan una vida en paz y dignidad.

¿Por qué es importante el Día Mundial del Refugiado?

Muchas veces hablamos de cifras, pero detrás de cada número hay una historia. Cada minuto, más de 20 personas en el mundo dejan atrás su hogar huyendo de conflictos, violencia o persecución. Personas como tú y como yo, con sueños, profesiones, familias, que se ven forzadas a abandonar todo para buscar seguridad.

El Día Mundial del Refugiado no es solo una fecha en el calendario. Es una llamada a la empatía y la acción. Un recordatorio de que todos merecemos vivir sin miedo. De que la solidaridad no es solo un ideal, sino una práctica concreta que puede transformar vidas.

Tipos de personas desplazadas

No todas las personas forzadas a dejar sus hogares tienen el mismo estatus legal. La ONU reconoce diferentes categorías:

  • Refugiados: personas que cruzan fronteras internacionales huyendo de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad o ideas políticas.

  • Solicitantes de asilo: quienes piden protección, pero cuyo estatus aún no ha sido confirmado.

  • Desplazados internos: personas que se han desplazado dentro de su propio país, sin cruzar fronteras.

  • Apátridas: quienes no tienen nacionalidad reconocida por ningún país.

  • Retornados: refugiados que regresan a sus países de origen tras un período en el exilio, y que requieren apoyo para reintegrarse.

Canadá es uno de los países con mayor compromiso en el reasentamiento de personas refugiadas. A través de programas gubernamentales y apoyos de organizaciones civiles, miles de familias han encontrado aquí un nuevo comienzo.

Pero recibir a personas refugiadas va más allá de abrir fronteras. Implica brindar acceso a servicios básicos, educación, salud, y sobre todo, una comunidad dispuesta a acoger, escuchar y aprender.

Este 2025, el tema del Día Mundial del Refugiado es: “Solidaridad con las personas refugiadas”. Un lema que nos invita a pasar de las palabras a la acción: donar, educarnos, acompañar, y defender políticas públicas que protejan sus derechos.

Como latinoamericanos viviendo en Canadá, tenemos un rol muy importante. Muchos de nosotros descendemos de pueblos que también han enfrentado crisis, conflictos o desplazamientos. Por eso, sabemos lo que significa empezar de nuevo.

Aquí algunas formas en las que podemos marcar la diferencia:

  • Ofrecer apoyo a familias recién llegadas (traducción, acompañamiento, donaciones)

  • Educar a nuestros hijos sobre la importancia de la empatía y la justicia global

La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967, las personas refugiadas tienen derechos protegidos internacionalmente. Entre ellos:

  • El derecho a no ser devuelto a un país donde su vida corra peligro (principio de no devolución o non-refoulement)

  • El derecho al trabajo, a la educación, a la vivienda y a la libertad de religión

  • El derecho a ser protegido contra expulsiones arbitrarias

Este 20 de junio, no dejemos que el Día Mundial del Refugiado pase desapercibido. Cada historia de huida es también una historia de esperanza. Escuchemos, apoyemos, y recordemos que la solidaridad no tiene fronteras.

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