Ecuador y su legado de soberanía: 203 años de la Batalla de Pichincha

El 24 de mayo de 1822, en las faldas del volcán Pichincha, no solo se libró una batalla militar, sino que nació una esperanza compartida: la de una Sudamérica libre, soberana y unida. Hoy, desde Canadá, los latinoamericanos conmemoramos esa fecha como un símbolo de lucha, identidad y resistencia.

La Batalla de Pichincha marcó un antes y un después en la historia de Ecuador y de todo el continente. Bajo el liderazgo del general Antonio José de Sucre, y con la inspiración del ideal bolivariano, casi 3.000 patriotas de distintos rincones de América Latina —Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú, Chile y Argentina— unieron fuerzas contra el dominio colonial español.

Más que liberar una ciudad, aquella victoria selló el camino hacia la República del Ecuador, marcando su integración al sueño de la Gran Colombia. El sacrificio de esos soldados no solo fue una gesta militar; fue una declaración firme de que la libertad se construye con valentía, unidad y visión colectiva.

Han pasado 203 años desde aquel amanecer decisivo en las alturas del Pichincha, pero los valores de soberanía y servicio a la patria siguen tan vivos como entonces. Hoy, las Fuerzas Armadas del Ecuador siguen honrando ese legado, enfrentando nuevas batallas, igual de complejas, igual de desafiantes.

El CRNL EMC Santiago Altamirano Arguero, Agregado Militar del Ecuador en Canadá, recordó: “Que el país enfrenta actualmente una guerra contra el crimen organizado transnacional, el narcotráfico, la minería ilegal y el tráfico de armas. Estas amenazas modernas no sólo afectan la seguridad nacional, sino también la integridad de la región”.

Las vidas de los militares y civiles que han caído en esta nueva lucha no serán olvidadas. Cada uno de ellos representa la continuidad del compromiso con la justicia, la paz y la defensa del pueblo ecuatoriano.

Desde Canadá, donde miles de ecuatorianos y latinoamericanos han hecho hogar, esta conmemoración adquiere un significado especial. Recordar la Batalla de Pichincha no es solo mirar al pasado con orgullo; es también reconocer el deber compartido de construir naciones más justas, seguras y soberanas.

Como comunidad, tenemos la capacidad de hacer eco de los valores de unidad, respeto y coraje que marcaron el 24 de mayo de 1822. Podemos —y debemos— ser embajadores de la paz, de la memoria y de la transformación.

La Batalla de Pichincha nos recuerda que los pueblos que luchan juntos pueden cambiar el rumbo de la historia. Y que la libertad no es un regalo, sino una conquista colectiva que requiere memoria, valentía y voluntad de resistir.

Hoy honramos ese pasado glorioso y también abrazamos el presente desafiante.

Queridos lector@s les dejamos estas preguntas para que ustedes mismos se las respondan.

¿Cómo podemos, desde el exterior, apoyar los valores de soberanía y justicia en nuestros países de origen?

¿Qué enseñanzas nos deja la Batalla de Pichincha para enfrentar las luchas actuales?

¿Cómo podemos educar a las nuevas generaciones sobre estos hechos históricos y su relevancia hoy?

Left to Rigth: Vice-Admiral Angus Topshee, CMM, MSM, CD is a Royal Canadian Navy officer and Colonel Santiago Altamirano. photo credit: Emigrāre

Ecuador’s Legacy of Sovereignty: 203 Years After the Battle of Pichincha

On May 24, 1822, the Battle of Pichincha marked a turning point in South America's fight for independence. Fought on the slopes of the Pichincha volcano, it led to the liberation of Quito and laid the foundation for Ecuador’s emergence as a sovereign republic, joining the dream of a united Gran Colombia.

Led by General Antonio José de Sucre and inspired by Bolívar's vision, nearly 3,000 patriots from across Latin America fought to break free from Spanish colonial rule. The battle became a symbol of unity, resistance, and the power of collective action.

Today, 203 years later, Ecuador’s Armed Forces continue to uphold that legacy, facing modern threats like transnational crime, drug trafficking, and illegal mining. As Ecuador’s Military Attaché to Canada, Colonel Santiago Altamirano Arguero, emphasized, these new battles demand the same courage and dedication as those fought centuries ago.

From Canada, where thousands of Ecuadorians and Latin Americans now call home, this historic date serves as a reminder of our shared responsibility to build just, safe, and sovereign nations. The spirit of May 24 lives on — not only in remembrance, but in action.

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