201 Aniversario del Ejército peruano y de la batalla de Ayacucho

La batalla que selló la independencia de un continente volvió a resonar… pero esta vez, en Canadá.

La ceremonia comenzó con la interpretación de los himnos nacionales de Canadá y Perú, junto al himno del Ejército del Perú simbolizando la unión y el respeto mutuo entre ambos países.

Lo que ocurrió en esta conmemoración del Día del Ejército del Perú dejó aprendizajes que vale la pena volver a mirar… especialmente uno, que cambiará la forma en que entendemos el concepto de libertad.

La ceremonia inició recordando el 9 de diciembre de 1824, cuando la Batalla de Ayacucho —un esfuerzo conjunto de soldados peruanos, venezolanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos y chilenos— cerró definitivamente el ciclo colonial en Sudamérica. reunió a aproximadamente 6,000 combatientes peruanos, venezolanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos y chilenos contra más de 9,000 soldados realistas. La victoria de los patriotas marcó el nacimiento del Ejército de la República del Perú, una institución forjada en el sacrificio, la disciplina y la defensa de los valores democráticos que siguen guiando al país. Pero al escuchar las palabras del CoronelMohamadali Shamas representante del Ejército Canadiense, quedó claro que este episodio histórico sigue teniendo eco en el hemisferio.

Canadá y Perú, no solo comparten organismos internacionales; comparten una convicción: la democracia y el respeto al estado de derecho son la base de cualquier prosperidad. Ese mensaje, nacido en Quebec durante la Tercera Cumbre de las Américas en 2001, volvió a tomar fuerza en esta ceremonia.

El Coronel Ronald González quien fue el Host de este evento recordó que el Ejército del Perú nació con la independencia y continúa hoy enfrentando amenazas muy distintas: terrorismo, narcotráfico, minería ilegal y los efectos del cambio climático. Y lo hizo con una verdad que quedó flotando en el ambiente: la libertad se conquista una vez, pero se defiende todos los días.

Por su parte el Embajador de Peru en Canada el Exmo. Manuel Talavera cerró la ceremonia con un mensaje que unió pasado y presente: desde los imperios antiguos hasta las repúblicas modernas, los pueblos escogen a sus mejores ciudadanos para protegerlos, el Perú, dijo: no es la excepción.

Conmemoraciones como esta no solo celebran la historia, sino también la identidad, la unidad y la cooperación entre los pueblos latinoamericanos y sus socios internacionales. Una muestra de que la libertad y la paz son valores que trascienden fronteras.

201st Anniversary of the Peruvian Army and the Battle of Ayacucho

The battle that sealed the independence of an entire continent echoed once again — this time, in Canada.

The ceremony opened with the national anthems of Canada and Peru, followed by the Hymn of the Peruvian Army, a symbolic reminder of the mutual respect and long-standing ties between both nations.

But what happened during this commemoration of the Day of the Peruvian Army left deeper lessons worth revisiting — especially one that reshapes how we understand the meaning of freedom.

The event began by recalling December 9, 1824, the day the Battle of Ayacucho marked the end of Spanish colonial rule in South America. It was a combined effort of roughly 6,000 patriots from Peru, Venezuela, Colombia, Ecuador, Argentina, and Chile, who faced over 9,000 royalist troops. Their victory not only secured independence for the continent but also gave birth to the Army of the Republic of Peru — an institution forged through sacrifice, discipline, and an unwavering commitment to democratic values.

Yet, as Colonel Mohamadali Shamas, representing the Canadian Army, reminded attendees, the echoes of Ayacucho continue to resonate across the hemisphere. Canada and Peru share more than international platforms — they share a conviction: democracy and the rule of law are essential foundations for any lasting prosperity. A message first reinforced in Quebec during the Third Summit of the Americas in 2001, and one that resurfaced with force during this ceremony.

Colonel Ronald González, Host of the event, emphasized that although the Peruvian Army was born from independence, today it faces challenges of a very different nature: terrorism, drug trafficking, illegal mining, and the growing impact of climate change. His words left a powerful truth lingering in the room: freedom is achieved once, but defended every day.

Closing the ceremony, Peru’s Ambassador to Canada, H.E. Manuel Talavera, delivered a message that bridged past and present: from ancient empires to modern republics, nations entrust their best citizens to protect them — and Peru, he said, is no exception.

Commemorations like this do more than honor history; they reinforce identity, unity, and cooperation between Latin American nations and their international partners. A reminder that freedom and peace are values that transcend borders — and remain worth defending.

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